Unas de las primeras cosas que me decían de los bebes es que sólo comen, lloran y hacen popo y cuando te dicen estas actividades sientes a un bebé como una carga muy enfadosa.
Cuando estuve embarazada esas ideas pasaban por mi cabeza de vez en vez, pensaba realmente un bebé puede llegar a hacer sólo esas cosas, ya no podre hacer las mismas actividades que antes. Si ahora embarazada ya me limito en muchas cosas, con el bebé en vivo y a todo color debe ponerse más grave la situación.
Así que el 20 de mayo del presente año, la panza se fue y llego Adler. Y mi vida ha sido toda una odisea desde ese día este 20 de mayo cumplirá 5 meses y es el mismo tiempo que tengo sin poder dormir más de 6 horas seguidas.
Y si, come, llora y hace popo como todo mundo dice, pero, no es todo lo que hacen también duermen, se enoja, avienta él y cosas, crece y algo que me encanta que hace es SONREIR.
Puedo estar cansada, desvelada, con hambre, apurada y con verlo sonreír hace que todo no se vea tan angustiante como puede llegar a ser. Verlo sonreír por cosas que ahora se nos hacen tan elementales como platicar, moverte, ver fijamente, pero, sonríe porque esta contento de verme. Porque para él soy la persona que ha estado con él desde siempre.
Ser madre es una oportunidad única en la vida, ser madre de Adler a partir del 20 de mayo que nació es lo mejor que me ha pasado. Cada día cuenta, cada día lo veo como el bebé más lindo, ocuparme de él me hace sentir especial y pensar que cada día nunca se va a repetir es lo que me hace olvidarme de todo para darle el amor y paciencia que se merece.
Así que un bebé no solo hace popo, llora y come, te cambia la vida y te hace crecer el corazón.
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