Análisis de “La santa de los desesperados”

Por: Salvador H. Cueva
Esta es una pequeña reseña de la lectura titulada “la santa de los desesperados” elaborada por Katia Perdigón, tomada del periódico en línea La Jornada, aquí les mostraré el link para que ustedes al igual que yo lo hice, reflexionen sobre este tema que no es tan nuevo en nuestro México.

www.jornada.unam.mx/reportajes/2005/muerte/

Estoy de acuerdo en lo que menciona Katia Perdigón acerca de los prejuicios que la gente hace hacia la santa muerte, por ejemplo; muchas personas la relacionan con lo satánico, la santería y cuestiones de culto negro. Supongo que lo hacen por lo que ven y les han dicho, además de ver la imagen de una calavera, siento que eso los puede influenciar y hacer que lo relacionen con lo malo pero no creo que tenga algo que ver.
Hacer culto a una imagen, viene de lo católico, realizarle oraciones, ofrecerle ofrendas etc. Eso mismo se hace con la santa muerte y no se tiene que relacionar con la magia negra sólo por que su imagen representa una calavera.
Siento que en la cárcel es donde se encuentran personas desesperadas por salir, asimismo se sienten solos, de esa manera tienen que recurrir a “algo, o alguien” quien los ayude y es cuando recurren a la santa muerte, como menciona Katia Perdigón.
La lectura menciona, que el desarrollo del culto comenzó en la época de Carlos Salinas de Gortari como presidente. Es donde la gente sentía mayor inseguridad y miedo a la muerte, creo que por ese lado se le fue rindiendo mayor culto para sentirse “protegidos”.
Creo que el culto a la santa muerte, tiene similitud con La Virgen María respecto a que son mujeres y son tomadas como una imagen materna y alguien que los cuide como menciona Katia Perdigón.
Un día que fui a la ciudad de Tijuana, me adentré a un tianguis, donde había desde fruta, teléfonos celulares, hasta ropa. Algo que me llamó la atención dentro del tianguis, es la cantidad de imágenes, esculturas, rosarios y altares de la santa muerte. Desde el principio se me hizo interesante ya que no conocía aquel culto desde tan cerca, y vi como iba gente a ofrecerle: velas, flores entre otros artículos, y me di cuenta de que esa gente era gente devota, es decir, tenia la fe en que si les concedería lo que ellos pedían, además lo hacían con respeto como si lo hicieran con cualquier otro santo.